Del cubismo filipino al abstraccionismo by Romeo Tabuena
3 de Septiembre del 2016
Romeo Tabuena (22 de agosto de 1921- octubre 15 de 2015) forma parte de una generación de pintores filipinos que vivieron la diáspora. Esta se debió al difícil camino por la independencia de los Estados Unidos de Norteamérica -después del periodo colonial bajo el dominio español- durante los años 40 del siglo XX, primero, y durante la Segunda Guerra Mundial por la invasión y control japonés que detuvo ese proceso hasta 1946 y, finalmente, por la instauración de regímenes dictatoriales como los de los Marcos y Aquino a finales de ese mismo siglo. Tabuena decide instalarse en México y en particular en San Miguel de Allende a partir del año de 1955 y hasta su fallecimiento el año pasado.
Fue un artista polifacético: comenzó su carrera destacando su obra influenciada por la pintura china perfilando sus destacadas obras en acuarela del paisaje filipino, de los nipa huts y carabaos y formó parte del Neorrealismo Filipino con artistas como Vicente Manansala, HR Ocampo, Cesar Legaspi, Victor Oteyza, Anita Magsaysay-Ho y Nena Saguil.
Pero también dados sus estudios en Nueva York y Francia y por las propias corrientes artísticas filipinas como el llamado cubismo filipino, Tabuena se adentra en éste para después recibir una firme influencia de la Escuela Mexicana de Pintura con David Alfaro Siqueiros, pero también de la mal llamada Ruptura, en particular de Rufino Tamayo. Como parte de las 35 obras expuestas, la influencia de este último se puede apreciar en Guitarras, 1954 de 80 x 96.5 cm. De su obra cubista destaca en esta exposición Mujer cubista, 1954 de 89 x 76.5 cm., y como una obra rara, se presenta también su incursión en el abstraccionismo con Collage, 1966 de 152 x 132 cm. Finalmente, la serie de iglesias de San Miguel de Allende expuestas en la última sala, representan uno de sus más finos trabajos que demuestran su fina pincelada y que engalanan la tierra que le vio morir.