Obras
Barry Wolfryd
Barry Wolfryd nació en Los Ángeles, California, pero ha llevado a cabo la mayor parte de su carrera artística en México, donde ha vivido durante los últimos 35 años. Las influencias de la música de los años sesenta, desde Bob Dylan hasta Frank Zappa, y las escena artística de Nueva York, inspiraron a Wolfryd a realizar sus primeros ensayos creativos. Estas experiencias desarrollaron una base ideológica que iba a unirse con la cultura por medio de la conciencia histórica y la crítica social.
Wolryd comenzó sus estudios artísticos en 1972 en el Housatonic Community College, en Bridgeport, Connecticut, E.U. A los 22 años se trasladó a México. Se instaló en Cholula, Puebla y prosiguió sus estudios en la Universidad de las Américas. En 1975 se inscribió en el Instituto Allende en San Miguel Allende, Guanajuato. En 1982 estudió en el Instituto de Arte de Chicago y en 1984 en el Instituto Nacional de las Artes en San Luis Potosí.
En 1985 se mudó a la Ciudad de México, donde amplió sus actividades artísticas. Vivió el terremoto del 19 de septiembre de ese año, tragedia que dio un giro histórico al arte mexicano. Wolfryd se convirtió en un agente activo en la nueva visión y dinámica que superó a la establecido por la anterior generación de artistas, como Cuevas y Tamayo.
En 1986 tuvo su primera exposición individual importante y comenzó a participar en muestras nacionales e internacionales en capitales como Ciudad de México, Chicago, Dallas, San Antonio, Los Ángeles, Nueva York y Roma.
En 1987 inició su colaboración con el Salón dès Aztecas, un grupo artístico que rompió con las tendencias dominantes en las artes visuales en México, mediante la adopción de espacios públicos y edificios, para intervenirlos de manera colectiva. «La toma de Balmori», «El Rule» y «El Vizcaínas», fueron algunos de esos proyectos.
Fundó en 1998 el espacio experimental Out Gallery que, junto con el Salón dès Aztecas, La Zona y La Quiñonera, creó uno de los fenómenos artísticos más dinámicos de la Ciudad de México.
Durante una temporada en Los Ángeles, California (2005-2008), abrió un taller en The Brewery, un conglomerado de más de 150 estudios de creadores artísticos. Allí, mediante la incorporación de elementos, iconos y símbolos de su ciudad natal, su obra tomó una nueva dirección, con un enfoque político y cuestionador del consumismo.
Entre 2008 y 2011, de vuelta en México, realizó una serie pictórica para documentar la violencia que padece el país como resultado de las actividades del crimen organizado.
En 2013 terminó una serie conformada por cuatro grandes murales portátiles sobre tela y paneles de madera, y uno de azulejos cerámicos, para una empresa.
A partir de 2014, Wolfryd comenzó a producir obras y a presentarlas con mayor frecuencia en Europa. En el verano de ese año expuso en Berlín, Alemania, y creó una serie de esculturas de vidrio en Murano, Italia, en el taller Berengo Studios. En 2016 expuso en el Museo d’arte Moderna, de Trieste, Italia. Invitado por el Museo de Tecnología de la Real Fábrica de Cristales de La Granja, San Ildefonso, Segovia, España, realizó una nueva serie de esculturas en vidrio para una muestra individual, a celebrarse en junio de 2017. La obra fue producida tanto en los talleres de la propia Fábrica como en Murano. La exhibición pasará al museo MAVA, de Madrid, en 2018.
Mi trabajo reciente ha ampliado su enfoque en la conciliación de diferentes dicotomías que obtienen su fuerza de la vida cotidiana. El trabajo muestra un interés para analizar los objetos como símbolos y desplazar el contexto así ampliar mi campo semántico. Me apropio de los objetos y personajes de la cultura popular, ya sea local o extranjera y reinventar ellos de una manera que explota en la reflexión.
Es mi búsqueda que mis lienzos se convierten en una narrativa «absurda» para nosotros. Los iconos y objetos en mi trabajo son parte de una interiorización más grande (no importa la globalización-comercialización), que nos catapulta a lo que es tanto evidente e imprevisible. Las pinturas, incluso en blanco y negro, deben demostrar cómo el arte es capaz de revelar colores contemporáneos «situaciones de la vida» para nosotros — y reconocen (s) las ironías humanos que están englobados en.
A pesar de que exploro temas distintivos, la base de todo mi trabajo es la representación de símbolos elaborados, iconos y objetos que reconocemos consciente o intuitivamente a través del globo. Todos estamos indisolublemente ligados en una cadena de imágenes populares que identifica a la «cultura». La historia humana es una historia común, y debido a esto, compartimos la capacidad de interpretar los elementos simbólicos que representan nuestro patrimonio.
En conclusión, mi trabajo genera y se investiga la exploración y explotación de «simbología humana», las «formas» muchos de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, y otros, en el mundo. Mi interés en curso en los aspectos humanos y culturales de nuestra vida se corresponde con el concepto de que el arte puede reflejar y reflexionar la realidad. Siento que es mi trabajo «despertar las mentes» de las leyes de gobierno fugaces en virtud de jugar detective pictórica. Al desafiar las normas sociales de las culturas americanas y mundiales, espero traer a la atención nuestras naturalezas complejas y de la humanidad.
Exhibiciones
“SEMIVERDADES / HALF – TRUTHS” | Barry Wolfryd | 09 · dic · 2022
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